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SóloxHoy Danza Contemporánea

Entre dichos sobre el taller de Hip Hop

Por Erick González

 

Antes de abordar el tema en cuestión, (y no es que lo vaya a escudriñar profundamente) me gustaría hablar un poco acerca de la tendencia salvadoreña hacia lo novedoso o llamativo. Si bien es cierto, todos los seres humanos poseemos la llamada necesidad de liberarnos del estrés y presión que la vida cotidiana nos provoca, me sorprende que esta clase de liberación posea un tinte a lo importado, aunque talvez sea porque estos eventos son pasajeros. Es cierto también que ‘la necesidad es la madre de la invención’ como dicen, tal pareciera que, para muchos y muchas, esta necesidad no es tan grande pues no alcanzo a ver la invención. Lo que además no alcanzo a comprender es porqué la mayoría de estos necesitados se sienten inducidos a comparecer y a congregarse solamente, tal parece, ante hechos pasajeros qué según les inyecta de cierta esperanza o inspiración que más temprano que tarde se disipa como agua bajo el sol. El dicho ‘llamarada de tuzas’ queda casi perfecto en este contexto y en el contexto actual de El Salvador, y muchos de nosotros permitimos que dichos como estos prevalezcan. Si tanto preferimos mejor la comida internacional a la hecha en casa, pues debería entonces ser preciso no solo consumirla sino además aprender a prepararla.
Lo que quiero decir con esto es que si tanto nos gusta involucrarnos, impregnarnos, empaparnos y hasta a veces retroalimentarnos con lo que se trae al país, es necesario también aprovecharlo, cultivarlo, elaborarlo y sobre todo apropiarlo para que no parezca una mala fotocopia de un ya desgastado original. ‘Sin riesgo no hay gloria’ y para muchos, muchísimos, esta frase parece ser un tanto desconocida. Pero esta nota no es una crítica mal intencionada, ni siquiera es una crítica, sino talvez un llamado de atención a todos y todas que con lo poco o lo mucho y quizás la mayoría de las veces solo con lo necesario que tengan, hagan que sus labores hacia y a través de la danza valgan la pena y el esfuerzo. Y para aclarar esto, no estoy hablando de cualidades puramente físicas sino además mentales y hasta espirituales de aquellos y aquellas que con lo poco o lo mucho sí hacen que su labor se magnifique y trascienda una cultura tan consumista como lo es la salvadoreña.
Ahora, muy respetuosamente, me gustaría comentar acerca de lo que he podido observar, presenciar y practicar en el taller de hip-hop, jazz y danza lírica, impartido actualmente por el maestro y coreógrafo norteamericano Robert Álvarez, en la Escuela Nacional de Danza ‘Morena Celarie’ del 2 al 13 de julio de 2007.
Me parece, en general, que aunque el material que nos trae el maestro. Álvarez no es totalmente desconocido, creo que es su particular estilo de abordar este material lo que ha captado mi atención y receptividad asi como la de algunos otros. El uso del movimiento directo y despreocupado de Álvarez permite disfrutar y hasta anima literalmente a gozar cada movimiento, cada seccionamiento corporal. Esto no significa que el estilo de Álvarez sea simplista o indiferente, al contrario es complejo y detallista que, por supuesto, requiere de agudeza mental y pues también física. Su estilo es vigoroso pero no desesperado, directo pero no insípido; es en si emocionante y muy serio, serio en el sentido de profesional. El modo de enseñanza de R. Álvarez es muy personal también, hace, inspecciona, elabora, refina y plasma, paso a paso en un lapso de tiempo establecido. Considero que es importante que los asistentes al taller impartido por Álvarez se enfrenten a su estilo interactivo de enseñanza y en particular de esta rama de la danza que a veces parece del tipo ‘cortar y pegar’. La asistencia a este taller ha sido casi masiva, con gente que va desde lo folklórico, lo contemporáneo y hasta lo aeróbico.
Por otro lado, y con las mismas características que posee el maestro. Álvarez, los cursos especiales de Improvisación y Composición del departamento de Danza Contemporánea de la END, tienen la oportunidad de estar aprendiendo una coreografía a lo hip-hop latino, confeccionada especialmente para esto dos grupos durante la visita artística del maestro. Robert Álvarez al país y a la institución. Esta danza se presentara junto a otras danzas hechas por otros y otras artistas invitados en la clausura de estas clases próximamente. Y como dirían en mi Universidad ‘Kudos to that’… y al alumnado de estos cursos especiales, dirigidos por su servidor.
Pero bien, todavía nos queda mucho que aprender y madurar como aprendices de arte y como salvadoreños involucrados en el arte de la danza y sus ramificaciones. Sobre todo es menester abrir nuestra mente y nuestro corazón, y no estoy hablando de una operación de corazón abierto, para poder hacer que alguna cosa que realicemos a través de la danza y el movimiento valga la pena y trascienda esta nuestra cultura y sociedad salvadoreña que se ha vuelto un poco muy arrebatada acerca de lo que realmente importa.
ATTE.
Erick González.

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